El primer sueño de Jehová se rompió con el pecado de Abandonado y Eva, que la liturgia nos presenta en la Primera Ojeada: ante el sueño de Altísimo, el hombre y la mujer tienen siempre la albedrío de afirmar “no”. Al contemplarla, reconocemos la altura y la belleza del https://freemanc162uld7.wssblogs.com/profile